PRIM contiene el impacto del Covid-19 en 2020 y alcanza unos ingresos superiores a 147 millones, en línea con el ejercicio precedente
El Grupo Prim cerró el ejercicio 2020 con una cifra de negocios de 147,3 millones de euros (-2,43%) muy en línea con los 150,9 millones del ejercicio precedente y por encima de la previsión revisada a consecuencia del Covid-19, teniendo la pandemia un especial impacto en la cuenta de resultados del segundo trimestre.
Durante los seis últimos meses del año, la Compañía recuperó la senda del crecimiento con importantes avances en ingresos, EBITDA y resultado de explotación, frente a los retrocesos del segundo trimestre, el más afectado por el COVID-19. Al cierre del ejercicio, el resultado de explotación del Grupo se situó en 13,9 millones de euros, mientras el EBITDA alcanzaba los 19,8 millones, lo que supone una reducción limitada del 8,54% y del 1,56% respectivamente, frente a descensos del 31,7% y 30,1% al cierre del primer semestre del año.
Por su parte, el beneficio neto se elevó a 6,9 millones de euros suponiendo una reducción del 38% respecto al ejercicio 2019. Este beneficio se ha visto afectado por la contabilización de un gasto financiero por importe de 6 millones correspondiente a determinadas coberturas de divisa en las cuales no ha sido posible aplicar contabilidad de coberturas y que han sido registradas a valor de mercado de 31 de diciembre de 2020. A lo largo del ejercicio 2021, dicho gasto se podría ir compensando con la variación del valor de mercado de dichas coberturas y la utilización de estas en las compras de existencias en dólares. Sin dicho efecto contable, el beneficio neto habría bajado tan sólo el 11% en un año marcado por la pandemia, que Prim ha contenido a los efectos de ingresos, EBITDA y beneficio de la actividad ordinaria.
A raíz de la declaración del Estado de Alarma, la actividad hospitalaria no relacionada con el Covid sufrió una paralización que afectó a todo el sector, si bien las decisiones estratégicas adoptadas por la Compañía permitieron la recuperación de la actividad comercial a partir de mayo y junio y la mejora de ingresos y beneficios.
Estas decisiones tuvieron relación con el fortalecimiento financiero y el mantenimiento de la plantilla sin procesos de regulación temporal de empleo, lo que permitió una actuación comercial rápida desde el levantamiento del Estado de Alarma. Junto a estas medidas, la buena gestión de riesgos y cobros, unida a la reducción de inversiones no relacionadas con la digitalización y la modernización de equipos, han permitido una mejor adaptación a la situación generada por la pandemia.
En el Informe de Gestión del Segundo Semestre, aprobado por el Consejo de Administración, la empresa reconoce que siguen existiendo incertidumbres acerca de la evolución de la pandemia y su efecto en la sociedad, la economía del país y en los negocios del Grupo. Sin embargo, especifica que, a medio y largo plazo, la situación de pandemia no debería tener un impacto relevante en las proyecciones económicas futuras de la Compañía, una vez que la economía nacional haya completado su recuperación.
En ese sentido, Prim mantiene su Plan Estratégico plurianual y considera que la gran diversidad de productos, canales de venta y mercados en los que está presente le aportan, junto a su fortaleza financiera, una posición favorable frente a la competencia para sortear mejor la crisis y aprovechar las oportunidades de crecimiento existentes.
El citado Informe semestral incluye las medidas que la Compañía ha puesto en marcha para combatir los efectos negativos del COVID-19 y proteger a todos sus grupos de interés; empleados, clientes, proveedores, subcontratistas y la sociedad en su conjunto.
Entre las actuaciones destaca el fortalecimiento de la tesorería, el apoyo financiero a clientes privados y proveedores y suministradores para contribuir al mantenimiento de los servicios, la conservación del empleo y la participación en la cadena solidaria corporativa que se ha desplegado en España a través de donaciones de equipos y puesta a disposición de los hospitales tanto de instalaciones como de recursos técnicos y humanos cualificados.
Estas actuaciones no han supuesto impacto negativo en la situación financiera del Grupo ni deterioro en los activos intangibles. En un año marcado por la crisis del Covid-19, Prim ha logrado aumentar su solvencia financiera, mejorando su liquidez, evitar regulaciones de empleo y distribuir dividendos por importe de 0,44 euros brutos por acción de los que 0,11 euros corresponde al dividendo a cuenta del ejercicio 2020.
Además, durante el segundo semestre de 2020 tuvo lugar el relevo generacional en la Presidencia y el plan de sucesión de las estructuras directivas, que finalizó con la designación de un director general de amplia trayectoria internacional y conocimiento profundo del sector, como es Fernando Oliveros.
Con posterioridad al cierre del ejercicio, y como muestra de su fortaleza financiera y su confianza en la recuperación, Prim aprobó la puesta en marcha de un programa de recompra de acciones propias por importe de 3 millones de euros para su posterior amortización.
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